Polémica por los dichos de Jeb Bush sobre los inmigrantes

  • enero 30,2015

El viernes pasado, frente a un auditorio ante la Asociación Nacional de Concesionarios de Automóviles en San Francisco, el exgobernador de Florida, dijo: "Tenemos que encontrar una manera, un camino para legalizar el estatus de los que han venido aquí y han languidecido en las sombras. No hay manera de que vayan a ser deportados. Nadie está sugiriendo un esfuerzo organizado para hacer eso. El costo sería extraordinario".

Aunque Bush describió a los inmigrantes como "un motor de la vitalidad económica", también dijo: "El 40 por ciento de las personas que han venido ilegalmente llegó con una visa legal y sobrepasaron sus límites. Debemos ser capaces de encontrar dónde están y cortésmente pedirles que se vayan".

El gobierno necesita primero garantizar la seguridad en la frontera, incrementar la vigilancia en los lugares de trabajo y endurecer el sistema de rastreo de visas, afirmó.

Las respuestas de los activistas y los demócratas no tardaron en llegar. "Aparentemente la única diferencia entre Jeb Bush y Mitt Romney en sus comentarios acerca de deportar indocumentados es que Bush lo pediría ´por favor´", dijo a UnivisionNoticias.com Ian Sams, Secretario de Prensa Regional del Comité Nacional del Partido Demócrata.
"Las prioridades de Bush parecen variar muy poco de la agenda actual del Partido Republicano. Ellos han atacado en repetidas oportunidades la acción ejecutiva del presidente (Barack) Obama para mantener a las familias unidas, mientras no toman acciones concretas para solucionar el problema de fondo. Hasta que los republicanos no decidan avanzar en un plan basado en el sentido común para arreglar nuestro dañado sistema migratorio, han perdido toda su credibilidad", agregó.

La comparación con el republicano Romney se basa en que durante su campaña electoral de 2012, el republicano insistió en que una de las soluciones a los 11 millones de indocumentados es la "auto-deportación" de los sin papeles.

"La política de inmigración de Jeb Bush está cada vez más claro: la auto deportación con una sonrisa", dijo Julieta Garibay , co-fundadora de United We Dream, en una entrevista con The Washington Post. "A pesar de sus conocimientos de español y conversación poética, la política de Bush parece una versión recalentada del programa de inmigración fallido de Mitt Romney", agregó.

Las declaraciones de Jeb Bush se produjeron en su primera presentación pública desde que dejó entrever sus intenciones presidenciales. Durante su discurso, exhortó a las autoridades a reformar los sistemas educativo e inmigratorio del país, incrementen los programas de capacitación laboral, y flexibilicen las normas sobre energía para detonar el crecimiento económico nacional.

"Estamos en el quinto, casi sexto año de la recuperación y el 60% de los estadounidenses creen que continuamos en recesión", declaró Bush ante la convención anual de la Asociación Nacional de Concesionarios Automovilísticos. "Los estadounidenses no son tontos. Se debe a que están en recesión", aseguró.

Aunque Bush había accedido a participar en la convención desde mucho antes de que comenzara a sondear sus posibilidades rumbo a la Casa Blanca, sus declaraciones representan el panorama más detallado a la fecha de los sesgos que podría adquirir la campaña política por la presidencia de Estados Unidos.

Jeb Bush es hermano del expresidente George Walker Bush e hijo del expresidente George H. Walker Bush.
El exgobernador de Florida delineó una agenda política de gran amplitud que dijo sacará del rezago a la clase media del país y restaurará la posición de Estados Unidos en el exterior.

Bush, al igual que varios de sus posibles contrincantes por la candidatura presidencial del Partido Republicano, pretende aprovechar el ímpetu del populismo económico en medio de la asimetría de la recuperación en el país.
Sin embargo, sus declaraciones también muestran sus intentos de allegarse a las bases del Partido Republicano sin cambiar sus posturas sobre temas de persistente y profunda impopularidad entre los electores conservadores.

Mientras suscitaba el aplauso del concurrido auditorio, Bush describió la ley de salud del presidente Barack Obama como "una monstruosidad" y "aniquiladora de empleos".

Sin precisar por su nombre acciones ejecutivas específicas, dijo que el próximo inquilino de la Casa Blanca debe "revertir las cosas donde el presidente se extralimitó en su autoridad constitucional".

El exgobernador ha comenzado a preparar el terreno para su posible campaña en busca de la candidatura presidencial republicana; contrató personal para su comité de acción política, ha conversado con dirigentes importantes del Partido Republicano en los estados donde se celebrarán primero las elecciones primarias y mantiene un intenso calendario de actos de recaudación de fondos.

Fuente Univision