Teebot, el robot hecho en Ecuador que vincula las ciencias a los niños desde temprana edad

  • abril 6,2015

Dos niños de cinco años observan completamente entusiasmados a Teebot. Programan en la computadora la secuencia de movimientos y luego ponen el robot en el suelo para contar sus pasos. Uno, dos, tres, cuatro cinco... cuentan y Teebot avanza con ellos, luego sube por una rampa y los pequeños sonríen.

Los estudiantes del primer año de educación básica de la Escuela General Básica Abdón Calderón de Urcuquí recibieron un pequeño taller en el que aprendieron a manejar a Teebot, un robot fabricado en Ecuador con 90% de componente nacional. La computadora tiene un panel de colores con flechas que indican cómo se moverá el robot, también cuenta con un botón para hacerlo curvar y otro para que pite.

En el taller se demostró lo fácil y divertido que es jugar con Teebot, pero también lo provechoso que puede ser este juguete para que los niños tengan un acercamiento con la tecnología y adquieran fundamentos de electrónica, robótica y programación, lenguajes que dominan en este siglo.

El lanzamiento oficial de Teebot se realizó el miércoles pasado en el Centro de Emprendimiento Innopolis, ubicado en la Ciudad del Conocimiento Yachay, en Urcuquí, a unos 120 kilómetros al norte de Quito. Al momento se encuentra en fase de preventa con el objetivo de sustentar la producción. Se espera vender al menos 1.000 kits que serán entregados en octubre.

Según Santiago Mosquera, gerente de Clear Minds, empresa creadora del software de Teebot, "en el mundo y también en Ecuador existe una falta de interés por carreras en Ciencias, Tecnología, Ingenierías y Matemáticas". "Cuando el niño juega con Teebot empieza a interesarse en estas carreras que son las del futuro", explica.

Para Mosquera, el novedoso producto contribuirá al cambio de la matriz productiva del país, uno de los objetivos centrales del gobierno, porque es un juguete basado en el conocimiento. "El cambio se da cuando tenemos una generación de niños que tiene la capacidad de crear productos nuevos. El niño que hoy crece con Teebot en unos años seguramente lanzará productos más innovadores que este", afirma.

Héctor Rodríguez, gerente de Yachay, coincide con Mosquera en este punto: "Teebot es un producto estrella y está en fortalecimiento para convertirse en un producto que pueda venderse en cualquier parte del mundo". Además es un producto que demuestra que "vivir del conocimiento es posible en el Ecuador", indica.

El costo de Teebot es de 180 dólares por unidad, pero también hay la posibilidad de apoyar a niños de bajos recursos añadiendo 30 dólares más al costo del juguete. Esto permitirá la creación de clubes de robótica en fundaciones o centros escolares en barrios marginales para que los pequeños tengan acceso a esta tecnología.

La compra se puede realizar con tarjeta de crédito, depósito o transacción bancaria o con un pago en efectivo en las oficinas de Clear Minds. Para mayor información se puede escribir al correo ventas@teebot.com.ec.

Teebot fue diseñado por la empresa EGM Robotics y Clear Minds Consultores, que diseñó el software para su funcionamiento. El proyecto se presentó en el programa Retos Yachay 2013, que se desarrolló en el Campus Party en la categoría de domótica, y resultó ganador. Este logro permitió a la empresa tener asesoría, acompañamiento y una red de contactos de diferentes actores en el área de emprendimiento con la gestión de la Empresa Pública Yachay.

Hace tres semanas Teebot fue elegido como uno de los seis mejores proyectos del Banco de Ideas por parte de la Secretaria Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), lo que le permitirá contar con un capital semilla de 50.000 dólares para empezar a crear las primeras unidades para la venta.

En el Centro de Emprendimiento Innopolis, en Yachay, se instalarán las oficinas de Teebot en las que se diseñarán los kits educativos y en donde el producto seguirá mejorándose.

Según Rodríguez, en Yachay se cuenta con un área de co-working (mesas de trabajo), oficinas con acceso a internet de alta velocidad, un laboratorio de prototipos con impresoras 3D, cortadoras láser y máquinas de bordaje, que ayudan a la gestación y perfeccionamiento de ideas.

En el centro además trabajarán los ganadores de los Retos Yachay y también se acogerá a innovadores que se acerquen con proyectos que ayuden al cambio de la matriz productiva del país.

Clubs de robótica para acercar la tecnología a los niños

Wilmer Morales y David Simbaña tienen 9 años y forman parte del club de robótica que Clear Minds creó como plan piloto para demostrar las capacidades de enseñanza de Teebot. A su corta edad, los niños reciben clases de electrónica todos los jueves y aprenden a conectar circuitos, a instalar chips y ensamblar partes.

Los menores también aprenden los fundamentos básicos de programación para entender cómo el robot se mueve o por qué realiza determinada acción. Aparte de aprender también se divierten y ya decidieron que cuando crezcan estudiarán robótica, según cuentan ellos mismos.

David Lombeida, uno de los profesores, explica a la agencia Andes que en las clases se despejan las dudas de los niños. ¿Cómo se conecta un motor?, ¿Qué es un led?, son algunas de las preguntas a las que se dan respuestas con diagramas, dibujos y otros recursos.

"Para los niños tienes que pasar de lo complicado a lo fácil. Cuando ellos ven algo práctico se les hace mucho más fácil. Hay que usar muchos gráficos y tener mucha paciencia, pero en realidad aprenden muy rápido", aseguró.

El club se creó en diciembre de 2014 y participó en la Feria Innopolis en enero de este año. La idea es replicar estos clubs en otras escuelas privadas para lo cual se necesita comprar cinco kit de Teebot. Clear Minds también busca implementar clubs de robótica en fundaciones o escuelas de bajos recursos con ayuda del sector privado.

Andes