Las operaciones se desarrollaron en coordinación con la Central Operativa de la Guardia Costera en Roma, dependiente del Ministerio italiano de Infraestructuras y Transportes, según un comunicado.

En las operaciones han participado barcos que operan en el dispositivo europeo Eunavformed y uno de la ONG Sea Watch.

La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) aseguró recientemente en un informe que en los tres primeros meses de 2018 murió uno de cada catorce migrantes que cruzaron el Mediterráneo hacia Italia.

Además, advirtió de que el trayecto hacia Italia, principalmente desde Libia, resulta "cada vez más peligroso" teniendo en cuenta que el número de llegadas ha disminuido drásticamente desde julio de 2017 pero la tasa de mortalidad es más elevada.