El feriado bancario en Ecuador, 16 años después

  • marzo 9,2015

La mayor crisis económica, financiera y social del Ecuador de las últimas décadas inició un 8 de marzo de 1999 cuando el gobierno del entonces presidente Jamil Mahuad (1998-2000) decretó el congelamiento de los depósitos de miles de clientes de entidades financieras que más tarde desaparecieron.

El gobierno anunció el feriado bancario que inicialmente debía durar 24 horas pero que se extendió al punto de que los ecuatorianos tuvieron congelados sus ahorros con consecuencias que permanecen hasta la actualidad.

El régimen congeló 1.840 millones del sistema bancario privado; 681,1 millones de la banca offshore y alrededor de 145 millones de sociedades financieras, cooperativas y mutualistas. En ese momento, el Estado intervino 33 entidades financieras, entre ellas grandes bancos como el Popular, La Previsora y Pacífico, entre otros.

Pero años antes la situación financiera del país ya venía deteriorándose. Gigantes del mercado como Filanbanco y Banco del Progreso entraron en crisis, cerrando más tarde, principalmente debido a malos manejos y a créditos vinculados a empresas de los mismos grupos. Miles de clientes reclamaban sus depósitos en medio de una agitación social nunca antes vista.

El feriado bancario en cifras

En ese momento la inflación llegó hasta el 60%, el desempleo se ubicó en 14,7%, la depreciación del sucre aumentó un 190%. Se produjo una fuga neta de capitales de 422 millones de dólares en 1998 y de 891 millones en 1999, según datos oficiales mientras que miles de ecuatorianos migraban golpeados por los efectos económicos, otros, incluso, se suicidaban al ver todos sus ahorros perdidos, según reseñó el suplemento económico 'MásQmenos', que circulaba hasta el año pasado con diario público El Telégrafo.

El feriado bancario fue "un fenómeno generado por un grupo económico reducido que se benefició a costa de la mayoría de ecuatorianos", según explica en sus antecedentes una ley aprobada en febrero del año pasado que busca cerrar definitivamente con ese capítulo 15 años después.

Los efectos del feriado bancario se vieron reflejados en la reducción del poder adquisitivo de las familias con el sucre, la moneda nacional que desapareció poco después para ser reemplazada por el dólar con un cambio de un dólar por 25.000 sucres.

Además, unos 17 bancos fueron cerrados por malos manejos, créditos vinculados y otras irregularidades. El Estado salió a su rescate con un "salvataje" que se hizo con bonos AGD por unos 1.400 millones que luego los bancos no pagaron.

Los clientes de las entidades bancarias perdieron su dinero, otros vieron sus deudas crecer al punto de ser impagables y muy pocos de los responsables de esa crisis pagaron sus acciones. Por ejemplo, 16 años después, los dueños del Filanbanco, William y Roberto Isaías, prófugos en Estados Unidos, no han podido ser extraditados a pesar de que fueron condenados a ocho años de prisión por peculado.

El feriado bancario también marcó lo que vendría después: una migración nunca antes vista. Más de dos millones de ecuatorianos se vieron obligados a salir hacia Estados Unidos y España.

Tras el congelamiento de depósitos, en enero de 2000, se decretaría la dolarización de la economía.

La Ley Orgánica para el Cierre de la Crisis Bancaria de 1999

La ley para lograr el cierre de la crisis bancaria, aprobada el año pasado, establece liberar, luego de 15 años, 19.910 bienes inmuebles que tenían los bancos cerrados y que no habían podido pasar en su totalidad al Estado para su posterior venta; también posibilita pagar saldos pendientes a aproximadamente 45.000 depositantes y, además, estableció un mecanismo de pago para los créditos pendientes de los exclientes no vinculados con la banca.

Desde el gobierno del presidente Rafael Correa se han generado múltiples iniciativas para recuperar la memoria de ese episodio e incluso en el cine, en películas recientes, se ha retratado ese momento de la historia del Ecuador.

Tras 16 años el capítulo aún no se ha cerrado.

Andes